Tengo codo de tenista... ¿qué hago?


Si estamos seguros de que tenemos una tendinitis de "codo de tenista"o Epicondilitis (ver los síntomas), por supuesto que lo primero que debemos hacer es pedir cita al médico, especialista, fisioterapeuta, etc... Mientras tanto, hasta que te haga un reconocimiento, puedes seguir estas sencillas instrucciones para que la tendinitis no vaya a más.

Lo ideal es el reposo absoluto y realizar algún estiramiento... pero claro, todo depende de nuestras ganas de estar en reposo y dejar de hacer ejercicio y de la gravedad de la tendinitis (no realizar ejercicio en el estadio 3). Entonces, si ves que puedes seguir haciendo ejercicio y eres de los que no quieren parar, tienes que tener en cuenta que debes estirar mucho los músculos, tendones y articulaciones antes y después del trabajo físico que realices.
Es bueno, después de la actividad física, aplicar frio para evitar la inflamación excesiva. Y una vez reposada y fría la zona un poco de calor ayudará a relajar y calmar molestias y dolores. Si es muy fuerte, deberás tomar antiinflamatorio, que aunque no te curará, te aliviará el dolor. Pero esto no debe crearte la ilusión de que estas mejor... solo alivia el dolor y el reposo y los estiramientos serán la mejor medicina.


También viene muy bien, que de dos a tres veces al día realices ejercicios específicos para el problema de la Epicondilitis (AQUÍ puedes ver algunos ejemplos) y si la tendinitis se ha producido por causa del ratón del ordenador, puedes comprobar todo lo relacionado con la ergonomía (ratón grande y otros consejosposición, alternativas).

Por último, existen vendajes especiales, cintas que (no voy a decir marcas comerciales) se colocan entre el antebrazo y codo y sirve para la protección y descarga de la zona. Puede ayudar momentáneamente para los problemas de codo de tenista y otros problemas de la zona.

Intervención quirúrgica de la tendinitis.

Únicamente cuando la tendinitis es grave, osea el tendón se ha roto o casi (estadio IV), la solución a este problema pasa por realizar cirugía. Hay tres tipos de intervención quirurgica.

El procedimiento artroscópico es el tipo de intervención más desarrollado, y aunque sigue siendo todavía precoz una evaluación de los resultados, los artroscopistas sean muy optimistas al respecto ya que evita mayor invasión y por tanto mejor recuperación que una intervención quirúrgica.

Artroscopia en el hombro
Veámos pues los tipos de intervención quirúrgica para la solucionar el tendón dañado pero sin una rotura total, que dependerá de la lesión, el tipo y si es visible en RMN. Estos son: perforaciones del polo implicado, la incisión del tendón, y la resección del polo implicado:

1º- Perforación del polo implicado.
 Un procedimiento cada vez menos utilizado. La perforación hace aumentar el flujo vascular al área afectada. Esto debe permitir la curación del tendón afectado y mejorar el dolor y la sensibilidad.



2º- Incisión del tendón.
Al tendón dañado se le practica unas incisiones finas y alargadas que consigue, al igual que la perforación del polo inplicado, aumentar el flujo vascular permitiendo la curación del tendón implicado. Pero los resultados son mejores, los tiempos de recuperación también son sensiblemente más rápidos.




3º- Resección del polo implicado.
Este último procedimiento consiste en la resección del polo implicado.


En los casos es que la rotura del tendón sea total, la cirugía consistirá en unir las dos partes del tendón, del tendón al músculo o al hueso. El médico podrá usar herramientas especiales para unir el tendón al hueso y es posible que realice algunos agujeros en el hueso que le sirvan de anclaje y se utilicen para insertar los extremos del tendón roto.

Para la reparación de los tendones, pueden tomarse partes de tendones de otras partes del cuerpo que van a sustituir las partes de los tendones dañados.

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